Como hacerte real
Cuando las palabras ya no llenan el espacio entre las esperanzas y el llanto, suceden muchos Diciembres que, inertes, permanecen casi siempre a la expectativa de un motivo para desgranarse completos a tus ansias. Todo ello sucede por obra y gracia de quien sabe cual espiritú; el que me acompañaba desde tu incandescencia, se marchó un domingo de invierno. Aquí lo espero, junto a tu recuerdo y tres nostalgias que olvidaron el camino por el que te fuiste o nunca pudiste llegar. La huella de tus manos por ejemplo, todavia dibuja siluetas en mi espalda del modo en que nunca me tocaste. El agua de mis ojos no humedece aun al pensamiento, ese que quiso nacer de nuestro tiempo y fue solo una anécdota en cada caminar. Dentro de que escondida ausencia podría saberte, sentirte. Mi tacto se quedó virgen de tu piel. Confesarlo es tan vano como la desnudez en un desierto. Percibo, no obstante, tu presencia y tu calor. Se pueden almacenar las quejas mudas de un viajante... consigueme un cajon en uno de tus sueños. De preferencia uno pequeño y tibio, que pueda evaporarse cuando los fuegos te consuman y no sea tan difícil de olvidar.
3 comentarios
Daanroo -
pepensador -
Edmundo Dantés -