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Pepensador

El amor ataranta

Cuantas veces has sentido la desesperación de querer entender a alguien a quien no entiendes? Cuantas has querido mandar todo a volar por razones sentimentales? La famosa sensación de querer irte a gritar a un cerro, tu solo (a). Bueno, al que teclea le han pasado ultimamente un sinfin de simpáticas y variopintas situaciones de ese tenor. En efecto, el amor ataranta, te cruza las conexiones neuronales e impide la correcta transmisión de los compuestos quimicos que se encargan del mas o menos correcto funcionar de la razón. Es esto deseable? La inmensa mayoría de los concurrentes (o sea dos o tres tercos consuetudinarios) exclaman al unísono: NOOOOOO! Sin embargo, la realidad supera a la ficción y todos (o casi todos) padecemos en algun momento de esa extraña forma de masoquismo en el que fungimos cual costal de boxeo para los fregadazos que nos inflinge el objeto de nuestros desvaríos. Vale la pena tanto sufrir? Pregunta peliaguda, maquiavélica y digna del mejor entramado kafkiano-esquizofrénico. Yo creo que si. El dolor que nos causa el ser amado, amen del originado por sadismos y situaciones cuasi-patológicas, es necesario para, como cebolla de taquero, ir despellejando el corazón para dejarlo en carne viva, listo para sentir a plenitud la verdera magnitud de los sentimientos. Parece enfermo? Si, lo reconozco, pero a lo largo del trayecto, me parece que si no te duele, no lo sientes igual. Confieso que he vivido tambien la relación tranquila y pacificadora, que si es posible aquella conexión punto menos que mágica con alguien, que no siempre es necesario causar penas, que muchas pudieran evitarse con un poquito de voluntad, que para mi, el enemigo número 1 de los asuntos amorosos es el orgullo. Confieso tambien que te amo, que sufro a menudo por la distancia que pones entre nosotros, que quisiera que fueras de otro modo, pero tambien reconozco que podría yo ser de otro modo y no lo soy, que te necesito, que te amo, que me haces falta y que no creo que valga la pena dejar de sufrir a tu lado para "estar tranquilo" pero sin ti. No quiero.

2 comentarios

Bielka -

Excelente post... asi es como se siente...
Me gusta tu blog!

Edmundo Dantés -

El Eco sigue fuerte y claro, mi amigo.

¿Cómo es que lo describes tan bien?

Te dejo un abrazo cargado de solidaridad, te entiendo perfectamente.