para descansar las metáforas

Hoy no habrá figuras, ni retruécanos, ni parábolas. Hoy solo dejemos salir lo que ahoga la garganta y el tuétano.

Esa sensación familiar, el cosquilleo en la barriga, la lágrima fácil, el suspiro repentino... Las noticias, la vida, el mundo siguen implacables en su rutina de traca-traca.

Los volcanes vomitan, las nubes se transmutan y bajan a jugar bruscamente con nosotros (no creo que de mala fé, lo juro! aunque el efecto sea devastador), la gente se sigue muriendo y los ingenuos de siempre siguen arribando bañados de esperanza que, tal vez con la carga natural de egoismo nos empeñamos en limpiar lo mas pronto posible.

Ni en la mejor fantasía rayuelista, Julio imaginaría tanta maga rondando. Don Pablo del Sur hipoteca o empeña -lo que ocurra primero- los versos mas tristes y Carpentier se caga de risa. Vallejo no vuelve. Los uruguayos lloran... yo solo te necesito.