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Pepensador

Deuda eterna impagable

Nunca como ahora comprendí, en un instante, lo que me precio de divulgar, pero a veces olvido poner en practica: todo el amor que siento por tí. Nunca es tarde para saldar esas aristas, limar los errores. Te amo, como se que lo sabes, pero de repente olvido demostrar. El no haber externado algo clara y abiertamente, sin tanto rodeo metafísico al respecto en este nuevo juguete que me encontré y que, a veces, ayuda a la distancia en tiempo, que no en espacio, es imperdonable. Sé, sin embargo, que como otros muchos de mis errores y de mis fallas, terminarás disculpando con el puro hecho contundente y divino de tu preciosa presencia en mi errante y tartamudo camino. Queden los fieles lectores de este primer y , lo juro, nunca último post en honor a mi compañera de esta y todas mis vidas, como testigos. Firmenle.

Amo a mi esposa. Y que, y que, y que...

3 comentarios

Edmundo Dantés -

Pues anexo mi firma con un enorme gusto y una gran envidia (aunque envidia sana ;) ) Saludos amigo y felicidades!

Daan. -

¡ Fírmolo....! yo Zulema M. L. juró solemnemente haber sido constancia absoluta de que el gran Pepensador a jurado amar a su linda esposa, y que así mismo ha rejurado repetir su nombre en su memoria, y en este blog su presencia.
Rúbrica.
Por efectos de un misterio muy dado a la ventura, firmo a conciencia como Daanroo Mattz.

¡Portadora de un atestiguamento varonil, hombril y tierno...! dicese del dueño del post hoy aquí hecho sentido y acierto.

Doble rúbrica, por aquello de los efectos.

mixtli -

Aaaayyy, qué lindura de post he leido el día de hoy... Ojalá, aunque no lo digan, conque simplemente se demuestre, es suficiente...